jueves, 17 de noviembre de 2011

COSAS QUE HICIMOS EN RUMANÍA II: UNA VELADA POÉTICA

¡Hola de nuevo!

Una de las experiencias más curiosas que vivimos en Rumanía tuvo lugar en la trastienda de una librería, un lugar acogedor y lleno de encanto en el que asistimos a una velada de poesía.


Los asistentes eran de lo más variopinto: había políticos e intelectuales locales, universitarios, representantes de las minorías húngara, serbia y moldava, los miembros de las delegaciones española y alemana del proyecto Grundtvig e incluso un sacerdote ortodoxo.

Como no podía ser menos, se leyeron poemas en rumano, ruso, serbio, húngaro, alemán, francés... y español. ¡Menudo atraco a mano armada! Menos mal que había por allí un par de libros de poesía en castellano, porque si no se habrían tenido que tragar enterita La Canción del Pirata de Espronceda (que era la única poesía que nos venía a la cabeza con los nervios del directo y, como sabréis, corta, lo que se dice corta, no es)...

Huelga decir que hubo ratos en los que no nos enterábamos absolutamente de nada de lo que se decía, y sin embargo (os lo creáis o no), lo cierto es que no nos aburrimos en absoluto... Había algo mágico en aquella babel, en aquella pequeña muchedumbre que sonreía y escuchaba con respeto y atención la extraña música de aquellos poemas incomprensibles entre libros viejos y tazas de té.

Mejor que lo veáis con vuestros propios ojos...


¡Hasta pronto!